LA VENTANA CERRADA (recuerdos de mi infancia en Santa Eulalia)
Nací y me crié en Santa Eulalia. Sus calles de origen medieval y sus recoletas plazas fueron escenario de mis años de niñez y adolescencia. De mis primeras ilusiones y los primeros amores de adolescencia. Hoy las calles de mi querido barrio, en estos primeros días de febrero, lucen vestidas de fiesta para la ocasión y el motivo. Se acerca "La Candelaria y san Blas". Esa fiesta también llamada romería, como recuerdo de la masiva afluencia de gentes venidas desde todos los barrios de la ciudad y de las cercanas pedanías de la huerta donde la devoción a la Candelaria y San Blas tenían y tienen un especial predicamento. Calles como San Antonio, Mariano Vergara, Rambla, Cánovas del Castillo, Luisa Aledo, las Balsas, la calle Alta, Marengo, Trinidad, Sardoy o mi entrañable Victorio donde nací y sin olvidarme de la recoleta y romántica plaza de esta parroquia de santa Eulalia presidida por el barroco templo que en su interior cobija estas imágenes a las que Murcia rinde devoción.