CÁNTICOS Y REZOS DE MADRUGADA (Leyenda Regional-3)
Cuenta la tradición, y ratifica la fe, que en el año 35 de la era cristiana vino a Hispania el apóstol Santiago quien, el propio Jesús, llamó "El Hijo del Trueno". Llegó a estas tierras para predicar la doctrina del Nazareno que tan solo dos años antes había muerto en la cruz y resucitado a los tres días de su martirio. La lógica nos hace pensar que tiene visos de realidad la llegada de Santiago a Cartago Nova en base a la importancia de su puerto, y sobre todo la de la ciudad, para el imperio romano qué, 244 años antes, Publio Cornelio Escipión había arrebatado a los cartagineses. Algunos historiadores se decantan por Tarragona e incluso Almería como puertos de destino del apóstol si bien, la lógica, nos hace pensar en Cartago Nova por su situación estratégica, la riqueza de la ciudad y por ser un importantísimo puerto entre Roma y la península. Al respecto otros historiadores llegan a señalar incluso el "Puerto de pescadores de Santa Lucía", en Cartagena, como el lugar de desembarco de Santiago. Es posible que esa fuera la primera tierra hispánica que pisara el "Hijo del Trueno". Y esta llegada y lo que ocurrió con posterioridad da pie a esta hermosa leyenda que tiene como escenario la ciudad de Cartagena.
CANTOS DE MADRUGADA
Hay algo que no admite duda alguna. La importancia de Cartagena en los primeros años del cristianismo y el papel fundamental que tuvieron sus presbíteros y obispos en aquellos tiempos cuando la doctrina de Jesús de Nazaret empezaba a divulgarse por el mundo conocido. Prueba de ello es que en el siglo VI hay documentos y textos que hacen alusión a la importancia de la iglesia de Cartagena que, así mismo, se manifiestan en época bizantina con grabados y dibujos. Pero si investigamos un poco más en la historia de la iglesia nos encontramos claras alusiones a Cartagena y su diócesis en el siglo IV en las actas del Concilio de Elvira celebrado en la Hispania Bética durante las persecuciones de Diocleciano.
Volvamos a la llegada de Santiago a Hispania y nos encontramos que en el año 37, dos años después de su desembarco en Cartago Nova, el apóstol tiene un discípulo aventajado y que, precisamente, fue nombrado obispo de la recién fundada comunidad cristiana de Cartagena. Este personaje no es otro que Basilio apoyo importantísimo en la labor catequética de Santiago y que, hoy, llamaríamos su hombre de confianza. Las alusiones a este discípulo del "Hijo del Trueno" son constantes precisamente, siglos después, en el antes mencionado Concilio de Elvira.
Una vez que ya tenemos creada la primera comunidad cristiana en Hispania vayamos, desconocido lector, al origen de nuestra leyenda. Era costumbre de la época en aquellas primeras comunidades cristianas, al implantarse en un nuevo territorio, edificar una iglesia o lugar de culto donde se reunían para orar y debatir sobre los hechos relativos a la vida de Jesús. Según parece aquella primera comunidad cristiana de Cartago Nova tuvo su epicentro espiritual donde, con posterioridad, se edificó la catedral. Es decir que los restos de aquella construcción estarían debajo de los de la catedral. Por tanto se trataría de la primera iglesia de la Hispania cristiana. Así mismo, no lo olvidemos, era costumbre dar enterramiento a aquellos primeros cristianos en esos lugares en nichos o catacumbas a ambos lados de las paredes donde se desarrollaba el culto.
Podemos comprobar que todos los monumentos, civiles o religiosos, destruidos durante la cruenta Guerra Civil que asoló España entre 1936-1939 fueron en su momento restaurados y puestos en valor excepto la Catedral de Santa María la Vieja, de la ciudad de Cartagena, que muchos años después de los bombardeos sigue mostrando al mundo las ruinas de lo que fue aquel ataque alemán sobre la ciudad. No se ha tenido en cuenta, hasta el día de hoy, que era de los templos más antiguos de España. Sede de las primeras diócesis de la península y resultado directo de la estancia del apóstol Santiago en aquella vieja Hispania aparte, como hemos señalado anteriormente, de estar levantada sobre, posiblemente, los restos de la sede de la primera comunidad cristiana que hubo no solo en Cartago Nova sino en toda la península y sus correspondientes catacumbas donde estarían los restos de aquellos cristianos primitivos. Recuerdo, una vez más, que se utilizaban los emplazamientos de aquellos viejos centros de culto para levantar sobre ellos los grandes templos y catedrales.
Según la leyenda, hoy olvidada por casi todos los cartageneros, la noche de ánimas ocurre un hecho cuya explicación escapa a toda racionalidad y que tiene como escenario las ruinas de la Catedral de Santa María la Vieja. Durante la madrugada silenciosa de la ciudad portuaria, esa noche de ánimas, se escuchan cánticos de origen religioso que alaban a Dios e incluso se han visto figuras fantasmales, cubiertas de túnicas blancas y capuchas cubriendo sus cabezas, que deambulan entre los restos del viejo templo. Son cánticos que elevan el espíritu pero que, sin embargo, atemorizan a los que han tenido la gran suerte de escucharlos. Estos seres fantasmales, salidos de sus enterramientos en las viejas catacumbas, recorren lo que otrora fuera su lugar de culto y realizan las oraciones que hace cerca de dos mil años les enseñara el apóstol Santiago al divulgar, desde Cartagena, la vida y obra de Jesús de Nazaret.
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