RITUALES PERDIDOS (Estampas de Playa 3)

No voy a analizar ni pormenorizar sobre los orígenes de la noche de San Juan ni tampoco voy a comentar nada de la cristianización de una noche, de origen pagano, que tenia como único motivo rendir culto al sol en el momento de mayor esplendor del mismo. 
Si que es cierto que, esas horas, son y han sido siempre propicias para que el hombre busque, en el mas allá, sentido a todo lo que el rodea. Que es una noche mágica en la que se conjugan, a día de hoy, ritos paganos y cristianos en una especial simbiosis difícil de dividir.
Una cosa es cierta que, el fuego, es el denominador común en todas las fiestas que se realizan, en la costa o el interior, y que en ese fuego es donde se pretende renovar todo lo que ha encerrado el año que ha quedado atrás. Noche de magia, de fuego, de rituales ancestrales. En definitiva: de costumbres y tradiciones de los pueblos.


Pero dejando a un lado, si es posible, todo esto me voy a centrar en la huerta de Murcia. Concretamente en el periodo comprendido entre el final del XIX y primera mitad del XX donde se llevaban a cabo una serie de rituales, hoy desaparecidos, pero que tuvieron en su día una importancia extraordinaria y en casi todas las casas se realizaban, especialmente aquellos que tenían como objeto "el amor" Bien para conservarlo o para encontrarlo.
También había rituales para mejorar la salud resquebrajada e incluso para buscar la fecundidad de la pareja y conseguir la ansiada descendencia.
Hoy muchos de estos rituales nos hacen sonreír por su simplicidad e inocencia pero no es menos cierto que, nuestros ancestros, los llevaron a la practica en esa noche mágica por excelencia y a ellos confiaban vida y cosechas.
Le dejo, al desconocido lector, alguno de los mas llamativos para que no se  pierdan en la memoria colectiva y, de esta forma, rindamos sincero homenaje a la huerta que se nos fue para siempre.



RITUALES DE MEDICINA O SANACION Cuando un niño nacía "quebrado" (con hernia en el cordón umbilical) se esperaba a la noche de san Juan para buscar remedio. Se tenia  que contar con dos vecinos,  familiares o amigos de la familia. Uno tenia que llamarse Juan y el otro Pedro.
En punto las doce de la noche cogían al niño en sus brazos y se situaban bajo la cruz que forman las ramas de la morera. Este era el ritual: El Niño se pasaba de manos con las siguientes jaculatorias:
-Tomalo Juan
-Dámelo Pedro
-Cogelo malo y dámelo bueno

Esto se repetía  durante tres veces y entre una y otra, los presentes, rezaban un Padrenuestro.

MAL DE OJO También era una noche propicia para "espantar" al mal de ojo. Para lo cual, la persona que tenía "gracia" para cortarlo, esa noche de san Juan, apenas descansaba pues eran numerosas las personas que acudían a ella para que se lo cortara. También era una noche propicia para cortar el "Aliacan" (tristeza, abatimiento, falta de apetito etc... hoy al huertano "aliacan" le llaman, los profesionales, una depresión)


RITUAL DE AMORES Habia muchos que se realizaban en la  horas de la noche y el amanecer del propio día de san Juan pero, por espacio y para no cansar al desconocido lector, voy a referirme a los mas llamativos.

-Si una chica quería saber si se casaba ese año, entre san Juan y san Juan, y las cosas  le iban a ir bien, cogía agua de la tinaja (tenia que ser de la menguante de enero) y le ponía en un cubo, llamado pozal, al relente toda la noche. Nada mas amanecer tenia que lavarse la cara tres veces seguidas con ese agua. Tras cada lavado rezaba una jaculatoria u oración a san Juan para que colmara sus deseos. Después debía arrojar el agua a la puerta de la casa. Al primer hombre que la pisara tenia que darle los buenos días. Si, ese hombre, le sonreía al contestar era un buen augurio para sus propósitos.

-Si no tenia novio pero quería saber si pronto la iban a rondar o incluso le iba a salir un hombre que la quisiera se hacia el  mismo ritual anterior. Y al primer hombre que pisaba  el agua, tras darle los buenos días, se le preguntaba el nombre. Ese seria el nombre de  su futuro marido.

-También se podía conocer el "trabajo" que podría tener el hombre  que se casara con ella. Era muy sencillo. Se  recogía igualmente  un "pozal" de agua de la tinaja. Se dejaba toda la noche  al relente,  a ser posible bajo un rayo de luna, y antes de salir el sol tenia que echarse en el agua la clara dos huevos frescos puestos por las gallinas el día anterior (no servían otros huevos) solo se echaba la clara. La yema no. Entonces al caer las claras sobre el agua formaban caprichosas figuras y ahí estaba la clave para conocer el trabajo u ocupación del futuro marido según la interpretación que se diera a las formas formadas por las claras sobre la superficie del agua.


RITUAL DE LA MUERTE Este, aunque parezca morboso, se solía realizar con mucha frecuencia en casi todas las casas de la huerta. Pues aunque el tema de la muerte, desde siempre, ha sido un tema tabú no es menos cierto que, el hombre, ha querido saber si le quedaban muchos años de vida o si, por desgracia, sus días estaban contados. 
También se realizaba en la mágica noche de san Juan .

Se ponía agua toda la noche al relente. Necesariamente tenia que estar bañada por un rayo de luna pues de lo contrario no servía. 
Por la mañana, antes de salir el sol, la persona que deseaba realizar este ritual tenia que madrugar mucho pues debía hacer toda esta liturgia antes que el astro rey estuviera alto.
Se lavaba la cara con ese agua en tres ocasiones. Entre cada una de  ellas rezaba un Padrenuestro y un Ave Maria. Asi tres veces.
Antes tenia que haber colocado un espejo en lugar visible o bien hacer el ritual en una parte de la casa donde hubiera uno. Y siempre realizarlo dando la espalda al espejo.
Una vez que había realizado las tres oraciones y se había lavado la cara otras tantas veces, mirando al sol, debía rezar de nuevo otro Padrenuestro. Acanbado este, sin dilación posible,  tenia que girarse a mirarse en el espejo.
Si veía su cabeza, tronco y brazos, era buen augurio y significaba que iba a vivir un año mas y volvería a disfrutar de una nueva jornada de san Juan.
Si por el contrario no veía nítidamente su cabeza eso significaba que la muerte estaba próxima. Por otro lado si tenia dificultades para ver uno o dos brazos o incluso el torso era un "aviso" de que  ese año, entre san Juan y san Juan, tendría serios problemas de salud en esas partes del cuerpo.
Pero sin duda lo mas grave era no verse la cara o cabeza pues esa era la señal inequívoca que la muerte andaba cerca.



Como les comentaba al inicio son muchísimos todos los testimonios recogidos sobre las practicas de la noche mágica de san Juan en la huerta de Murcia pero como tampoco quiero cansar al desconocido lector voy a cerrar este articulo con el RITUAL DE LA FERTILIDAD que pese a su simpleza no deja de tener gracia y hoy, me temo, seria impensable  que ninguna pareja lo llevara a la practica pero nuestros abuelos y tatarabuelos huertanos si que lo practicaban. Lo que  nadie  me ha dicho, ni he podido saber, si surtía efecto.

-Partimos de la base, y el lector tiene que saberlo, que a la mujer que no podía concebir en la huerta de Murcia se la llamaba "machorra" Fulanica es una machorra o menganica lo es. Lleva tantos años casada y no ha tenido hijos, decían. Nadie se paraba a pensar siquiera que fuera infertil el hombre. Eso no se  dudaba. El hombre era el  hombre y de su hombría no se tenían sospechas era, por desgracia, que la mujer no servía.

En la noche de san Juan, con una amiga, familiar o vecina que tuviera "gracia" (las mismas que cortaban el mal de ojo) se iban ambas, mujer que quería concebir y la vecina, a la acequia  mas próxima. Tenian que llevar una "alpargata susada" del marido. A ser posible la misma que hubiera estado utilizando en sus labores huertanas ese mismo día. Cuanto mas vieja estuviera la esparteña o "alpargata" mucho mejor. Pero eso si, indispensable, tenia que estar sudada horas previas al ritual.
Una vez en el cauce del agua, en el lugar donde se reflejara la luna, se tenia que introducir la alpargata y mojarle mucho la puntera. A continuación, la  mujer con gracia, introducía tres veces la puntera mojada de la esparteña en la vagina de la mujer "machorra" Entre  cada una de ellas rezaba un Padrenuestro y pedía la protección de san Ramon Nonato (para quien no lo sepa este santo es el patrono de las embarazadas y a quien se acogían ella a la hora del parto) de ahí también que surgiera un refrán popular en la huerta de Murcia que decía: La mujer cuando pare se acuerda de san Ramon pero nenguna  se acuerda del santo cuando esta en plena función...." 

Volvamos al ritual que nos perdemos: Una vez que se había introducido en la vagina, por tres veces, la puntera mojada de la esparteña del marido se volvían a casa y durante tres días, el hombre, no podía "hacer nada" con su mujer. Guardaban las distancias (como se decía entonces) a la cuarta noche había llegado el momento. Es decir del 26 al 27 de junio era la noche propicia para empezar a fecundarla y tenían que hacerlo durante tres noches seguidas mas sin dejar ninguna "en blanco" por enmedio. 
Como les he comentado anteriormente nadie me ha podido dar testimonio de  si ese ritual de fertilidad daba o no el  resultado apetecido.
Pero hacerlo, no le quepa duda, que se hacia.



Como habrán comprobado en la huerta de Murcia, en esa huerta que desapareció hace muchos años para desgracia nuestra, se realizaban muchísimos ritos mágicos en la noche de San  Juan mezcla de creencias religiosas y esotéricas heredadas de culturas anteriores.
No dejan de ser para nosotros, hoy, estampas mas o menos costumbristas que al conocerlas nos hacen sonreír y pensar en la "candidez" de aquellas gentes que nos precedieron. 

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